sábado, 10 de marzo de 2012

Delirios

He vuelto de Francia y voy a visitar a mis abuelos. Entro, cojo el ascensor y pico a la A de ático. Entro en casa y allí, alrededor de la mesa redonda que solían tener justo al lado del sofá, está yaya, yayo, mamá y papá. Me siento mientras todos envueltos en sonrisas empezamos a tomar café. Me preguntan por mi año en Francia, por mis experiencias y por la gente que allí he conocido. Yo, muy emocionada, empiezo a explicarles todas mis aventuras. De repente, en el medio de uno de mis relatos, me doy cuenta de que Yayo está allí, escuchándome y riéndose con todos. Algo no cuadra, él no debería estar allí, pero nadie le da importancia a este hecho, y siguen avasallándome a preguntas. Yaya se levanta y va a la cocina y aprovecho ese intervalo de tiempo para coger la mano de mi madre y preguntarle muy seriamente por qué Yayo está allí. Ella sonríe y se extraña de mi pregunta. Le aprieto la mano más fuerte, quiero que me tome en serio, y ella sigue riendo y desprendiendo felicidad, igual que todos los allí presentes. Yo empiezo a tener miedo y aprieto la mano de mi madre aún más fuerte y le pregunto qué día es. Ella me contesta que es 10 de marzo del 2012 (conscientemente no hubiera sido capaz a responder esa pregunta sin pararme a pensar. Aquí en Mont-de-Marsan nunca sé en qué día vivo). Miro a Yayo, está igual que siempre, incluso más guapo y un poquito más delgado. Me levanto y me echo a los brazos de mi abuelo, el mismo olor, su mismo jersey granate. Le abrazo, le doy besos en el cuello y le digo que le quiero. Él también me dice que me quiere. Poco a poco el abrazo se va desvaneciendo a la vez que yo voy despertando. Abro los ojos, siento frío, mucho frío interior. Me doy cuenta de dónde estoy: en Francia, en mi cama, una calurosa tarde de este invierno. Estallo a llorar, sollozo y tiemblo a la vez. Sigo teniendo mucho frío, pero le he dicho que le quiero.

Bittersweet.

1 comentario:

  1. Esos sueños que nos hacen estar más cerca de nuestros seres queridos y a la vez al despertar... sentir el pesar de la distancia...

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