sábado, 3 de septiembre de 2011

Martín (Hache)

Era una tranquila tarde de verano, no tenía nada mejor que hacer así que me acerqué a la estantería donde coleccionamos los DVD y aleatoriamente escogí una película, MARTÍN (HACHE). No tenía referencias de este film, no recordaba a nadie recomendándomelo, cosa que ahora mismo me parece increíble. Quizás fue gracias a esto que mi descubrimiento fue tan maravilloso. 
Adolfo Aristarain nos presenta una película asombrosa; extraordinaria sobre todo por sus diálogos. Profundos, sinceros, desgarradores y reales, así son. Diálogos que traspasan la pantalla y hacen que el espectador se sienta identificado con muchas de las verdades que en ellos se dicen pero que jamás habría podido expresar de esa manera tan majestuosa. ¿No es eso de lo que es capaz un escritor? Pues sí señores, él, además de crear el maravilloso guión, ha sido capaz de acompañarlo con imágines y de saber escoger perfectamente a estos cuatro monstruos de la interpretación que se entregan en cuerpo y alma: Federico Luppi, Juan Diego Botto, Eusebio Poncela y Cecilia Roth.
Al ver el film sentí como que por fin alguien había sido capaz de extraer todos esos pensa/sentí-mientos que se pasean hambrientos por mi mente debido a que mi moral no es capaz de alimentarlos. Todo aquello que a veces no queremos reflexionar, que decidimos ignorar debido a que sabemos que a los de nuestro alrededor no les va a gustar. Muchas veces no nos atrevemos a dar el paso, a cortar la cuerda y a saltar. Gracias sociedad, vaya regalo de mierda.
Martín (Hache) me ha hecho sentirme muy identificada. ¡Suerte! No soy la única que ansía encontrar su lugar en el mundo, que busca la felicidad en todas sus formas y que tiene pánico a la vida adulta. Es fácil equivocarse en estas tres consignas y más fácil es hacer “lo que está bien” para conseguir llegar a ellas, pero quizás el camino más fácil y más transitado no siempre es el mejor. Yo opto por arriesgar y cuanto más (in)maduro más claro lo tengo. ¿Miedo? ¿Miedo a qué? ¿A equivocarnos? ¿A no poder remendar los errores? Más vale arrepentirse de algo que hiciste y no de algo que nunca llegaste a hacer.

" El placer no está en follar. Es igual que con las drogas. A mí no me atrae un buen culo, un par de tetas o una polla así de gorda; bueno…, no es que no me atraigan, claro que me atraen, ¡me encantan! Pero no me seducen, me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente que los mueve que vale la pena conocer. Conocer, poseer, dominar, admirar. La mente, Hache, yo hago el amor con las mentes. Hay que follarse a las mentes".

 "Se acabó la libertad y empezaron las obligaciones. Hay que obedecer, hay que hacer lo que se debe hacer, lo que hacen todos. O estudiás o trabajás, y si haces las dos cosas sos un ídolo, un ejemplo para la juventud. Si no hacés nada sos una mierda, te dan una patada en el culo y te borran. Aunque tu viejo te pueda mantener, si no estudiás tenés que trabajar, de lo que sea aunque te paguen a mangos. Eso es ser un esclavo, no independiente".

"No es quererlo; es peor. Es mucho más fuerte. Si tuvieras hijos no haria falta decirtelo. No es joda cuando uno dice que es capaz de dar la vida por su hijo. Tenés miedo, no se puede controlar. Tenés miedo a que le pase algo, querés estar siempre con él… pero vos sabés que no puede ser. No es miedo a que se muera, es miedo a que le pase algo, a que sufra. No podés ni pensar en que se puede morir, te duele pensarlo, te da pánico porque sabés que si… sabés que si eso llega a pasar… no vas a sufrir ni te va a doler… te va a destruir. Vas a dejar de existir aunque sigas viviendo. Si se muere te moris con él, así de sencillo."